La investigación llevada a cabo por The Guardian sobre los créditos de carbono emitidos por Verra (Organización sin ánimo de lucro que administra el programa de mercado voluntario de carbono y el programa Verified Carbon Standard (VCS)) ha desencadenado un intenso debate en la industria de la sostenibilidad. Aunque Verra niega rotundamente las afirmaciones del artículo, los hallazgos han cuestionado la integridad del mercado de carbono y han puesto en el punto de mira la necesidad de contar con sistemas rigurosos y confiables para calcular los impactos climáticos de las actividades.
Es importante destacar que el artículo de The Guardian no desacredita la importancia de los créditos de carbono de alta calidad para la acción climática, sino que cuestiona la metodología utilizada por Verra en sus proyectos de Redd+ para calcular los créditos de carbono. Se centra en los créditos de evitación (no en los de compensación). Para entender esto, debemos saber que los créditos de evitación se calculan en función de las emisiones que habrían ocurrido en una determinada área si un proyecto no hubiera intervenido.
Como destaca Francisco Manuel Martínez Sanz “Lo que se ha descubierto en el artículo es que en estos proyectos la deforestación que se ha evitado no es tan alta respecto a si no se hubiera actuado, no que no existan o no sean importantes, o que estén registrados sin que se hayan llevado a cabo.”
Los cálculos consideran otros factores integrales; sin embargo, en este caso, lo que se analiza es la discrepancia entre los niveles de deforestación calculados por Verra y los niveles de deforestación calculados por el equipo de investigación de The Guardian. Esto es lo que ha exacerbado el debate sobre la integridad de los mercados de carbono.
Es importante destacar que el artículo no busca socavar la necesidad de financiar la conservación forestal, sino que enfatiza que para calcular los impactos climáticos, es esencial contar con estándares claros y rigurosos para evaluar el impacto real de los proyectos y garantizar que los créditos de carbono emitidos sean realmente efectivos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Según Verra, las afirmaciones de este artículo se basan en estudios que utilizan “controles sintéticos” o métodos similares que no tienen en cuenta los factores específicos del proyecto que causan la deforestación y como resultado, estos estudios calculan erróneamente el impacto de los proyectos REDD+. Y además, afirman que desarrollan y mejoran continuamente metodologías basadas en la mejor ciencia y tecnología disponible a través de consultas rigurosas con muchos académicos y expertos. Esto asegura que las líneas de base del proyecto utilizadas para calcular los créditos de carbono sean sólidas y un punto de referencia creíble contra el cual medir el impacto de los proyectos REDD+.
En este sentido, los bosques juegan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático y en la mitigación de sus efectos. Los bosques son una solución natural y escalable que puede contribuir significativamente a la mitigación del cambio climático y a la protección de la biodiversidad. Por ello, es esencial que se sigan financiando programas de conservación forestal y se promueva la implementación de estrategias de mitigación del cambio climático que incluyan la protección de los bosques.
En conclusión, la investigación llevada a cabo por The Guardian sobre los créditos de carbono emitidos por Verra ha generado un intenso debate en la industria de la sostenibilidad. Es necesario contar con sistemas rigurosos y confiables para calcular los impactos climáticos de las actividades y garantizar que los créditos de carbono emitidos sean efectivos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, es esencial seguir financiando programas de conservación forestal y promover la implementación de estrategias de mitigación del cambio climático que incluyan la restauración forestal y la protección de los bosques. Solo así podremos hacer frente a la crisis climática y garantizar un futuro sostenible para todos.
¿Qué hacemos desde Grupo Sylvestris para mejorar estos aspectos?
El uso de la tecnología satelital de HISPASAT en Motor Verde, que garantiza una conectividad universal, eficiente y continua, permitirá el desarrollo de soluciones orientadas a controlar el crecimiento de los bosques y certificar con gran precisión la cantidad de carbono absorbido por los árboles a lo largo de los años, aportando un rigor clave en la certificación de la compensación de emisiones.
Ya se trabaja en la detección automatizada de incendios con alerta temprana, ubicación, y predicción de evolución, o la protección perimetral. Y se están desarrollando con las últimas tecnologías de generación de información satelital, incluyendo imágenes de observación de la Tierra en alta resolución y soluciones de Internet de las Cosas (IoT) cuyos sensores transmiten vía satélite la información recogida, así como big data, blockchain e inteligencia artificial para el análisis y procesamiento de los datos obtenidos.
“Este sistema no depende de que haya un vigilante trabajando porque acúa 24 horas al día, 365 días al año” Francisco Manuel Martínez Sanz
Fundación Repsol, junto a Grupo SYLVESTRIS, pusieron en marcha en 2021 Motor Verde con el objetivo de impulsar la reforestación como herramienta para la compensación de emisiones en el marco de la transición energética en curso. Motor Verde es un proyecto de triple impacto, económico, social y medioambiental. Además de sus claros beneficios medioambientales, Motor Verde tiene un efecto trasformador sobre la sociedad y la economía. Gracias a este proyecto se está generando empleo local e inclusivo en la llamada España rural, donde se realizan las plantaciones, con especial atención a la contratación de colectivos vulnerables. Asimismo, supone un impulso a la economía rural, fomentando la formación especializada y la creación de nuevos negocios ligados al sector forestal, además de atraer actividad económica y generar riqueza en el entorno. Ya se está desarrollando en Extremadura y Asturias, con el apoyo de la Administración pública y entidades privadas y próximamente está previsto que se extienda a nuevas regiones.
Gracias a esta alianza con Hispasat, Motor Verde supone una inversión de futuro que dinamizará no solo el tejido empresarial y el empleo, sino también la innovación y la investigación aplicada al sector forestal. En la concepción del proyecto, la tecnología siempre ha jugado un papel fundamental, desde el diseño y desarrollo del bosque, la selección de los terrenos y plantones, los materiales utilizados, las técnicas de plantación y el posterior seguimiento y mantenimiento. Una metodología propia y diferencial desarrollada por los expertos de Sylvestris, que busca la resiliencia de los nuevos bosques a largo plazo y la protección de la biodiversidad.
* Para utilizar este artículo hemos consultado:
- El artículo de The Guardian
- La respuesta de Verra al artículo